¿Te has preguntado alguna vez cuántas hipotecas puede tener una persona? Tener varias hipotecas puede ser una solución para poder invertir en propiedades o mejorar tu vivienda, pero hay que tener en cuenta que también conlleva riesgos, como el sobreendeudamiento y el aumento de las cuotas mensuales.

¿Qué significa el TIN y el TAE de tu Hipoteca?

Por eso, la cuestión no es cuántas hipotecas puedes solicitar, sino si realmente podemos asumirlas sin poner en riesgo nuestra estabilidad financiera. Para lo cual, es necesario valorar tanto nuestros ingresos como nuestro historial crediticio, nuestra capacidad de endeudamiento y nuestro nivel de ahorro.

¿Cuántas hipotecas puede tener una persona?

Legalmente, una persona puede tener tantas hipotecas como su capacidad económica le permita. No existe un límite establecido por ley, pero los bancos siguen recomendaciones claras del Banco de España, que aconseja que la cuota mensual destinada al pago de préstamos, incluyendo las hipotecas, no debería superar el 30% – 35% de los ingresos netos mensuales.

Si quieres saber el importe de la vivienda que te puedes permitir según tus ingresos, puedes visitar nuestro simulador de: ¿Qué vivienda me puedo permitir?

De hecho, dependiendo del perfil del solicitante, algunas entidades financieras incluso pueden llegar a ser más restrictivas.

Esto quiere decir que si ganas 2.000 euros netos al mes, lo más recomendable es que la suma de tus cuotas hipotecarias no supere los 600-700 euros mensuales. Con lo cual, siempre y cuando cumplas con el resto de los requisitos exigidos, podrás acceder a una segunda hipoteca.

No obstante, también hay otros factores que se tienen en cuenta, como el historial crediticio, los ahorros disponibles y la estabilidad laboral.

¿Por qué tener dos hipotecas?

Algunas de las situaciones más habituales para solicitar más de una hipoteca son las siguientes:

Compra de una segunda residencia

Una de las razones más frecuentes para pedir una segunda hipoteca es la adquisición de una vivienda adicional, ya sea como residencia vacacional o para uso ocasional. Este tipo de compra es muy popular entre las familias que quieren disfrutar de un apartamento en la playa o en la montaña para pasar sus vacaciones o los fines de semana.

Inversión inmobiliaria

Invertir en una propiedad para alquilar puede generar ingresos pasivos a largo plazo, especialmente si se encuentra en una zona con gran demanda de alquileres. Además de generar ingresos constantes gracias al alquiler mensual, también podemos beneficiarnos de  la apreciación del valor de la propiedad con el tiempo.

Reformas en la vivienda actual

También podemos solicitar una segunda hipoteca para hacer reformas en casa. Por ejemplo, si una familia necesita ampliar la cocina o hacer un dormitorio extra, la segunda hipoteca le permitirá obtener los fondos necesarios para ello. Pero además, puede aumentar el valor de la propiedad si en el futuro se decide venderla.

Ventajas de tener dos hipotecas

Siempre que se administre de manera adecuada, solicitar más de una hipoteca puede ser una buena forma de incrementar nuestro patrimonio y obtener ingresos pasivos:

  1. Mayor flexibilidad financiera: si utilizas la segunda hipoteca para generar ingresos a través de alquileres, puedes mejorar tus ingresos mensuales y diversificar tus fuentes de ingreso.
  2. Incremento del patrimonio: adquirir una segunda propiedad aumenta tu patrimonio, especialmente si el valor del inmueble se va revalorizando con el tiempo, pudiendo servir como respaldo financiero en situaciones inesperadas.
  3. Diversificación de inversiones: los bienes raíces están considerados como una de las inversiones más seguras a largo plazo. Tener dos propiedades nos permite diversificar nuestras inversiones y no depender exclusivamente de un único activo, contribuyendo a proteger nuestro capital contra la inflación y la inestabilidad de otros mercados.
  4. Oportunidad para generar ingresos pasivos: si decides alquilar una de las propiedades, podrás generar ingresos pasivos constantes que te ayudarán a cubrir los costes de la hipoteca e, incluso, a obtener beneficios.

Requisitos para solicitar una segunda hipoteca

Obtener una segunda hipoteca suele ser más complicado de conseguir que la primera, ya que los bancos son más estrictos a la hora de evaluar el perfil financiero del solicitante. Algunos de los principales requisitos son los siguientes:

Ingresos estables y suficientes

Los bancos prefieren clientes con ingresos regulares, contratos indefinidos y una vida laboral estable. Además, analizan los ingresos mensuales para asegurarse de que el solicitante podrá afrontar una segunda cuota hipotecaria. Es fundamental que tus ingresos sean lo suficientemente altos como para cubrir tanto la primera hipoteca como la segunda sin que esto te impida pagar otros gastos habituales.

Historial crediticio impecable

Es esencial que tu historial crediticio esté limpio y que no tengas deudas impagadas. Los bancos revisan bases de datos como ASNEF y el informe CIRBE para comprobar tu solvencia financiera. Si tienes algún impago o deudas pendientes, es muy difícil que te concedan la segunda hipoteca.

Capacidad de endeudamiento

El porcentaje de tus ingresos que destines al pago de deudas no debe superar el 35% de tus ingresos mensuales. Esto quiere decir que si tu primera hipoteca consume una parte importante de este porcentaje, la posibilidad de obtener una segunda hipoteca será mucho más baja.

Ahorros suficientes

Es necesario que cuentes con ahorros suficientes para cubrir entre el 20% y el 30% del valor del inmueble, incluyendo la entrada y los gastos de la compraventa, como impuestos, notaría y gestoría.

Garantías adicionales

Para reducir los riesgos de la operación en caso de impago, bancos suelen exigir una garantía adicional, como un avalista o una propiedad libre de cargas para conceder una segunda o tercera hipoteca.

Condiciones de una segunda hipoteca

Las condiciones para obtener una segunda hipoteca suelen ser más estrictas que las de una primera hipoteca.  A continuación, te explicamos por qué:

  1. Mayor riesgo para el banco: en caso de impago, las entidades financieras tienen prioridad sobre la primera hipoteca, lo que quiere decir que, si la propiedad se vende, no recuperarían el total del préstamo, aumentando el riesgo de impago.
  2. Intereses más altos: los bancos aplican tipos de interés más elevados para las segundas hipotecas, por lo que las cuotas mensuales son más altas, pudiendo dificultar el pago cuando no se cuenta con ingresos suficientes.
  3. Relación préstamo-valor más baja (LTV): para una segunda hipoteca, los bancos suelen ofrecer un porcentaje menor del valor de la propiedad, lo que quiere decir que necesitaremos más capital propio para cubrir el costo de la propiedad.
  4. Aval o garantía adicional: en algunos casos, los bancos pueden pedir garantías adicionales, como un avalista o una propiedad libre de cargas, para asegurarse de que recuperarán el dinero en caso de dificultades financieras.

¿Qué tener en cuenta al solicitar dos hipotecas?

Tener dos hipotecas puede ofrecer ventajas, pero también implica riesgos considerables. Es esencial evaluar cuidadosamente tu capacidad de pago y la viabilidad de la inversión antes de comprometerse a asumir esta responsabilidad financiera:

  1. Peores condiciones de financiación: las segundas hipotecas suelen tener tipos de interés más altos y plazos de amortización más cortos que las primeras, pues este tipo de operaciones conllevan un mayor riesgo de impago. Con lo cual la cantidad de intereses acumulados a lo largo de la vida del préstamo es mayor.
  2. Riesgo de sobreendeudamiento: aunque cumplamos con los requisitos, tener dos hipotecas aumenta nuestra exposición financiera. Si surgen imprevistos como la pérdida del empleo, una reducción de ingresos o gastos inesperados, las deudas pueden empezar a acumularse, poniendo en riesgo nuestra solvencia.
  3. Diversificación del riesgo: si estás pensando en comprar una segunda vivienda como inversión, es muy importante que analices el mercado. Elegir una mala ubicación o no calcular bien los gastos puede reducir considerablemente nuestros beneficios. Incluso una ligera variación en los precios de la vivienda o una crisis económica pueden afectar el rendimiento de nuestra inversión.
  4. Menor capacidad de endeudamiento: al tener dos hipotecas, nuestra capacidad para solicitar préstamos personales, tarjetas de crédito u otros tipos de financiación es más limitada. Lo que puede suponer un gran inconveniente si necesitamos dinero para afrontar cualquier imprevisto.
  5. Incremento en los costos iniciales: los gastos de una segunda hipoteca como la notaría, los impuestos, las tasaciones, los seguros y las posibles reformas o reparaciones en la propiedad adquirida pueden ser más altos.

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