En la actualidad, el principal obstáculo para acceder a una vivienda sigue siendo contar con los ahorros suficientes para la entrada. Pero además, en este proceso es posible que surjan muchas dudas sobre si estamos tomando la decisión correcta. Debido a ello, no es extraño que el alquiler con opción a compra haya ido ganando popularidad a lo largo de los últimos años.

Pero, ¿cómo funciona el contrato de alquiler con opción a compra y qué implicaciones tiene? A continuación, te explicamos con todo detalle en qué consiste esta modalidad y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.

¿Qué es el alquiler con opción a compra?

El alquiler con opción a compra es una fórmula que combina los elementos del contrato de alquiler con la posibilidad de comprar la propiedad en el futuro. El inquilino tiene el derecho (pero no la obligación) de adquirir la vivienda después de un periodo de alquiler acordado, a un precio previamente establecido.

Una solución que puede ser ideal para aquellas personas que no cuentan con el dinero necesario para afrontar una compra inmediata, pero que tienen la intención de comprar la propiedad en el futuro una vez que hayan podido ahorrar. Con la ventaja de poder conocer la vivienda durante un tiempo antes de tomar la decisión.

¿Cómo funciona el alquiler con opción a compra?

El contrato de alquiler con opción a compra se basa en dos contratos: uno de arrendamiento y otro de compraventa. Aunque el arrendatario paga una renta mensual por la vivienda, también tiene la opción de ejercer el derecho a compra en el futuro.

En términos simples, el proceso funciona de la siguiente manera:

  1. Contrato de arrendamiento: se trata de un contrato similar al de un alquiler común. El inquilino paga una renta mensual por el uso de la vivienda, aunque en algunos casos las mensualidades pueden ser más altas.
  2. Opción de compra: junto con el contrato de alquiler, se acuerda un derecho de compra para el arrendatario, ofreciendo la posibilidad de adquirir la vivienda al finalizar del periodo de alquiler.
  3. Descuento de las cuotas: lo que hace especial a este tipo de acuerdo es que, en caso de que el inquilino decida ejercer la opción, las mensualidades que se pagan durante el alquiler pueden ser descontadas del precio final de compra.

¿Qué debe recoger la parte del contrato de alquiler?

El contrato de alquiler con opción a compra debe incluir los mismos datos que se suelen incluir en un contrato de arrendamiento, pero también debe especificar claramente los puntos relacionados con la opción de compra.

  • Duración del alquiler: debe especificar cuánto tiempo durará el alquiler, que normalmente suele ser de entre 1 y 5 años.
  • Precio de la renta mensual: es importante que se indique la cantidad que el inquilino pagará cada mes por la vivienda.
  • Obligaciones del inquilino: al igual que en cualquier contrato de alquiler, se debe especificar quién se encargará de los gastos de mantenimiento, reparaciones, comunidad de propietarios y otros posibles costes adicionales.
  • Derecho a compra: aunque esta parte corresponde al contrato de compraventa, en el contrato de arrendamiento debe quedar reflejado que el inquilino tiene la opción de comprar la propiedad al terminar el período de alquiler.

¿Qué debe recoger la parte del contrato de compra?

El contrato de compraventa también es fundamental en este tipo de acuerdo y debe incluir todo lo relacionado con las condiciones de la compra de la vivienda:

  • Precio de venta: se debe contemplar el precio final por el que el inquilino podrá adquirir la vivienda si finalmente desea ejercer la opción de compra.
  • Descuento de las cuotas de alquiler: es importante que se detalle qué porcentaje de las cuotas de alquiler que se han pagado previamente se descontarán del precio final de compra.
  • Prima de la opción: el inquilino suele abonar una prima, que es un pago inicial que se destina a reservar el derecho de compra. Una cantidad que no se recuperará si el inquilino decide no ejercer la opción de compra.
  • Gastos de la compraventa: el contrato debe especificar quién asume los gastos de la compraventa, como notaría, registro e impuestos.

Ventajas del alquiler con opción a compra

El alquiler con opción a compra ofrece una serie de ventajas tanto para el propietario como para el inquilino.

Ventajas para el inquilino

  •       Oportunidad de ahorrar para la compra: el alquiler con opción a compra nos permite ahorrar dinero mientras vivimos en la casa. Con lo cual, puede ser una opción muy interesante para aquellos que no tienen el dinero necesario de inmediato pero quieren convertirse en propietarios en el futuro.
  •       Flexibilidad para decidir: una de las principales ventajas de este tipo de contrato es que no tenemos la obligación de comprar. Si, después de un tiempo, encontramos una casa que nos gusta más o nuestra situación financiera cambia, podemos decidir no ejercer la opción de compra y seguir alquilando o mudarnos a otro lugar.
  •       Descuento de las cuotas: las cuotas de alquiler que pagamos durante el periodo de arrendamiento pueden descontarse del precio final de compra. Con lo cual, cada pago mensual que realizamos no es dinero perdido, sino una inversión para comprar la propiedad, haciendo que la compra resulte más asequible cuando llegue el momento.
  •       Seguridad y conocimiento de la vivienda: vivir en la propiedad antes de comprarla nos permite conocerla de primera mano y asegurarnos de que realmente se ajusta a nuestras necesidades y expectativas. Teniendo la oportunidad de valorar si la ubicación, el barrio y las características de la vivienda nos gustan para seguir viviendo en ella a largo plazo, lo que nos dará una mayor seguridad a la hora de decidir.

Ventajas para el propietario

  •       Ingresos regulares: mientras el inquilino paga el alquiler, el propietario recibe ingresos constantes, lo que puede resultar beneficioso en caso de que esté costando dar salida a la propiedad. De esta forma, pueden cubrirse los gastos de la propiedad, como impuestos, mantenimiento o hipoteca.
  •       Seguro de venta: el propietario tiene la certeza de que, si el inquilino decide comprar la propiedad, se venderá al precio previamente acordado, lo que le proporciona cierta estabilidad.
  •       Cuidado de la propiedad: al ser una propiedad que el inquilino puede comprar en el futuro, este suele cuidar más la vivienda, manteniéndola en mejores condiciones que un inquilino habitual. De esta forma, se reducen los costes de conservación y mantenimiento, y la propiedad se mantiene en buenas condiciones mientras no se haya vendido.

Desventajas del alquiler con opción a compra

Aunque el alquiler con opción a compra tiene ventajas, también hay ciertos inconvenientes debemos tener en cuenta.

Desventajas para el inquilino

  •       Precios más altos: una de las principales desventajas del alquiler con opción a compra es que las mensualidades suelen ser más altas que en un alquiler tradicional. Y es que, además del alquiler convencional, el inquilino paga una prima por el derecho de compra. Con lo cual, si finalmente no ejerce la opción de compra, puede que haya estado pagando más de lo habitual.
  •       Riesgo de perder la prima: en muchos casos, el inquilino debe pagar una prima inicial al firmar el contrato para disfrutar del derecho de compra futuro, lo que puede suponer una pérdida importante si, por cualquier motivo, el inquilino decide no comprar la propiedad, ya que este dinero no suele ser reembolsable.
  •       Condiciones inamovibles: a diferencia de los préstamos hipotecarios tradicionales, el alquiler con opción a compra tiene unas condiciones fijas. Esto quiere decir que si los precios de las propiedades bajan durante este tiempo, el inquilino no podrá beneficiarse de ello.

Desventajas para el propietario

  •       Riesgo de que no se ejerza la opción de compra: una de las principales desventajas para el propietario es la incertidumbre de que el inquilino no decida ejercer la opción de compra al terminar el contrato. En ese caso, el propietario deberá volver a poner la propiedad en venta, por lo que podría tardar más en encontrar un comprador o que incluso tenga que bajar el precio.
  •       Posible venta por debajo del mercado: en el caso de que los precios del mercado suban durante el período de alquiler, el propietario se arriesga a tener que vender la vivienda por el precio pactado en el contrato, que puede ser inferior al valor actual de mercado, lo que podría suponer una gran pérdida económica para el propietario.

¿Cuál es la duración del contrato de alquiler con opción a compra?

En la mayoría de los casos, los contratos tienen una duración de entre 1 y 5 años, lo que permite al inquilino vivir en la propiedad durante un tiempo razonable antes de tomar una decisión final sobre la compra.

Un plazo que puede extenderse tanto si el propietario como el inquilino están de acuerdo. Además, en algunos casos, el contrato puede incluir una cláusula de prórroga, dando al inquilino la posibilidad de continuar con el alquiler durante un período adicional si necesita más tiempo para decidir si comprará la propiedad.

¿Cuánto se ahorra con el alquiler con opción a compra?

La cantidad que puede ahorrarse gracias al alquiler con opción a compra dependerá del precio total del inmueble, el tiempo de alquiler y las condiciones específicas del contrato.

Algunos contratos establecen que un porcentaje específico de cada cuota de alquiler, normalmente entre un 30% y un 50%, se destinará a la compra. De esta forma, el inquilino puede ir ahorrando para la entrada de la vivienda mientras disfruta de la propiedad.

 

Por ejemplo, si el alquiler mensual es de 1.000 euros y el contrato tiene una duración de 5 años, el inquilino habrá pagado un total de 60.000 euros en alquiler. Si el inquilino decide comprar la propiedad, dependiendo de lo acordado en el contrato, esta cantidad podría descontarse parcialmente o en su totalidad del precio final de compra.

¿Puedo pedir hipoteca para ejecutar la opción a compra?

Sí, una vez que decidas ejercer la opción de compra, podrás solicitar una hipoteca para financiar la cantidad restante del precio de la vivienda. De hecho, muchas entidades bancarias consideran favorable que se haya estado pagando el alquiler durante un tiempo, ya que esto demuestra tu capacidad de pago.

Además, el hecho de que el precio de compra esté previamente fijado en el contrato facilita la valoración por parte de las entidades financieras, pues reduce el riesgo de fluctuaciones en el mercado inmobiliario.

Eso sí, para poder solicitar la hipoteca, es importante que el cuenta con un buen historial crediticio y un nivel de ingresos suficiente para afrontar la deuda.

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Como puedes ver, el alquiler con opción a compra puede ser una excelente alternativa para aquellos que quieren compra una propiedad pero que no cuentan con los ahorros necesarios para hacerlo de inmediato.

Una modalidad que permite disponer del tiempo suficiente para valorar si la vivienda se adecua a nosotros, antes de comprometernos a la compra. Eso sí, antes de nada, es muy importante valorar muy bien tanto las ventajas como las desventajas de este tipo de acuerdo.

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