• Este tipo de hipotecas es diferente a los préstamos hipotecarios convencionales principalmente porque el préstamo no se concede de una sola vez sino por fases 
  • También se puede solicitar al banco una hipoteca autopromotor para pagar la edificación de una casa prefabricada o modular, aunque la casa deberá estar anclada al suelo de forma consistente, es decir, que no puede ser móvil

Una de las opciones para adquirir una vivienda es a través de la hipoteca denominada autopromotor. Tal vez sea una opción menos conocida que otras, por lo que a lo largo de estas líneas vamos a contarte en qué consiste y cómo funciona.   

Una hipoteca autopromotor sirve para financiar la construcción de una casa en un terreno que es ya de tu propiedad. Se llama así porque su finalidad es la autopromoción, es decir, la edificación de tu propia vivienda. Este tipo de hipotecas también es diferente a los préstamos hipotecarios convencionales principalmente porque el préstamo no se concede de una sola vez sino por fases y, como en otras formas de hipoteca, hay que presentar varios documentos especiales durante el proceso de solicitud. Ya que se trata de una vivienda por construir, el banco evaluará no solo la solvencia económica del solicitante, sino también la experiencia y fiabilidad de la constructora, antes de dar por aprobada la hipoteca autopromotor. 

Uno de los principales requisitos para la concesión de esta hipoteca es que la persona que la solicite sea titular de un solar o terreno libre de cargas (habitualmente no se incluye el valor del terreno en el préstamo, las entidades prefieren que el solicitante ya lo tenga en propiedad). Para certificar que se es propietario del terreno, se deberá presentar la nota simple registral, un documento que se obtiene en el Registro de la Propiedad. El solar en el que se levantará el inmueble, además, debe tener calificación de suelo urbano. También se debe poseer licencia de construcción, que la tiene que expedir el ayuntamiento del municipio en el que se va a ejecutar la obra. Otros documentos que se exigirán para la aprobación del préstamo con disponer de un proyecto elaborado y validado por una entidad (Colegio de Arquitectos, por ejemplo), un presupuesto de la obra a llevar a cabo y el certificado de eficiencia energética de la futura casa.

Y, una vez aprobada, ¿cómo llega el dinero, a diferencia de otros modelos de préstamos bancarios? Pues, como decíamos anteriormente, por fases. En la inicial o suelo, el banco entrega un porcentaje del importe del préstamo, normalmente la mitad (cantidad con la que la constructora puede iniciar las obras). En la fase de certificaciones y a medida que la obra avance, se irá entregando más dinero pero, antes de cada pago, el arquitecto a cargo de la construcción certificará ante el banco que las obras avanzan según lo previsto. Por último y en la denominada fase de fin de obra se recibirá una última entrega de dinero (entre el 10% y el 20% del importe del préstamo) para pagar el resto de la factura de la constructora.

En las hipotecas autopromotor, el dinero se entregará durante las fases mencionadas por espacio de, habitualmente, un período de unos dos años. Durante esos dos años se aplica una carencia de capital, es decir, solo se cobrarán los intereses de la hipoteca, pagando unas cuotas más bajas. Además, los intereses se computan solo sobre la cantidad que haya entregado el banco. Cuando el periodo de carencia termine, se pasará a pagar las mensualidades normales hasta saldar la deuda. 

También se puede solicitar al banco una hipoteca autopromotor para pagar la edificación de una casa prefabricada o modular. Ahora bien, la casa deberá estar anclada al suelo de forma consistente, es decir, que no puede ser móvil. 

Pero como en otros modelos de préstamos bancarios, es recomendable analizar bien todos los aspectos, pros y contras de decantarse por una hipoteca autopromotor. En todo caso aquí tienes un aliado para dar con toda la información necesaria y los simuladores más avanzados para descubrir no solo qué hace falta para poder obtenerla, sino cómo hacerse con la mejor opción.